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How Do Biblical Scholars Read the Hebrew Bible? (Spanish)

Una amplia variedad de acercamientos al estudio de la Biblia Hebrea permite a los biblistas analizar el texto en múltiples niveles.


Detail of a second-century C.E. Greek manuscript of the book of Joshua.
Detail of a Septuagint manuscript

¿Cómo leen los biblistas la Biblia Hebrea?
Autor: Sarah Shectman
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)

Un vistazo rápido a la sección de interpretación bíblica de cualquier biblioteca universitaria mostrará de inmediato que los académicos leen la Biblia Hebrea de varias maneras. Sin embargo, lo que la mayoría de los biblistas tienen en común es que evitan las lecturas abiertamente doctrinales basadas en la idea de que la Biblia es “Palabra de Dios”, ya que tales interpretaciones se basan en afirmaciones de fe que son inherentemente no demostrables. Aunque hay un lugar para la teología bíblica, la mayoría de los estudiosos tratan la Biblia como una obra de literatura con autores y lectores humanos que viven en lugares y épocas particulares que influyen en lo que escriben o en cómo leen un texto. Los biblistas usan métodos de lectura que son críticos, es decir, no toman las afirmaciones de la Biblia Hebrea o de los intérpretes tradicionales al pie de la letra. Estos métodos se ubican en una serie de categorías históricas y literarias.

La interpretación histórico-crítica busca comprender el desarrollo y el significado de la Biblia en su contexto antiguo. Primero, los biblistas utilizan la crítica textual para tratar de determinar las letras y las palabras correctas del texto en su idioma original. Debido a que no existen copias de la Biblia Hebrea del periodo en el que fue escrita, esto puede ser complicado. Existen diferentes copias de un mismo texto y pueden contener diferentes versiones de un versículo o capítulo en particular, quizás porque a lo largo de los siglos los escribas que copiaron el texto cometieron errores, o tal vez porque el texto existió en más de una versión desde muy temprano.

Una vez que han establecido las palabras del texto, los biblistas van al contenido en sí del texto para tratar de determinar su significado. A menudo comienzan tratando de comprender quién lo escribió, cuándo y por qué. A esto se le denomina “crítica de las fuentes”, ya que tiene por objetivo determinar las fuentes literarias que se utilizaron para crear una narrativa bíblica en particular. Muchas narrativas contienen repeticiones, contradicciones y lagunas que indican que se han combinado múltiples fuentes en el texto. Por ejemplo, en la historia del diluvio existen variaciones en cuanto al número de animales traídos al arca (Gen 6:19-20; Gen 7:2-3) y a la duración del diluvio (Gen 7:17; Gen 7:24), lo cual muestra que se han entrelazado dos relatos separados para crear una sola historia. Los biblistas también utilizan la “crítica de la redacción” para estudiar el proceso de redacción o edición del texto.

Los académicos también pueden utilizar la “crítica de las formas”, que se centra en los géneros de la literatura bíblica. Este enfoque es especialmente útil para el libro de los Salmos, que contiene una variedad de tipos de textos poéticos, por ejemplo, lamentos comunitarios (Sal 74), lamentos individuales (Sal 77), himnos (Sal 19) y salmos de acción de gracias (Sal 92). En este caso, la forma y el tipo de poema nos dice mucho acerca de su propósito y función social. Muchos de los géneros de la literatura bíblica también se pueden comparar con textos no bíblicos, por ejemplo, la historia bíblica del diluvio tiene notables similitudes con Atrahasis, la historia babilónica del diluvio. Este enfoque comparativo nos ayuda a comprender la Biblia Hebrea en su contexto antiguo más amplio y a ver posibles influencias en los textos bíblicos.

Aunque no es un medio de lectura de la Biblia Hebrea, la arqueología es otro instrumento útil de la caja de herramientas del biblista. Cuando los arqueólogos determinan la identidad de un sitio mencionado en la Biblia y lo excavan, sus hallazgos pueden ser importantes para comprender las narraciones bíblicas que mencionan ese lugar. Por ejemplo, las excavaciones en el sitio de Jericó, que según Josué 6 tenía muros en el periodo de la conquista israelita, no han revelado muros durante el periodo histórico en el que se supone que ha sucedido la conquista, lo que indica que el relato bíblico no puede ser completamente histórico.

Además del método histórico crítico, muchos biblistas utilizan acercamientos literarios que se han desarrollado como resultado de tendencias posmodernas en la academia del siglo XX en general. Esta amplia categoría incluye métodos como el “estructuralismo”, el “deconstructivismo” y la “crítica de la respuesta del lector”, que examinan detenidamente las características literarias de una narrativa, pero sin el mismo enfoque en el origen histórico de un texto. Un grupo relacionado de métodos, también principalmente literario, se denomina “crítica ideológica”. Los métodos literarios e ideológicos rechazan la idea de objetividad, argumentando que todas las lecturas son subjetivas y por lo tanto la intención del autor es irrecuperable e irrelevante. Estos biblistas recomiendan, en cambio, leer el texto desde manifiestas y específicas posturas ideológicas.

Así, intérpretes feministas utilizan la comprensión moderna de los roles de género o las estructuras sociales patriarcales para revelar nuevas lecturas de los textos bíblicos, a veces condenándolos como misóginos (por ejemplo, al validar la subordinación de las mujeres a los hombres) y a veces aplaudiéndolos como empoderadores para las mujeres (por ejemplo, al representar líderes femeninas como Miriam y Débora). Las lecturas poscoloniales examinan cómo el desequilibrio de poder entre colonizador y colonizado puede arrojar luz sobre textos bíblicos y revelar nuevas lecturas. La interpretación poscolonial varía de cultura a cultura; en América Latina, por ejemplo, la interpretación poscolonial de textos bíblicos sobre la opresión (por ejemplo, el Éxodo 1-14) y la pobreza (por ejemplo, en la vida de Jesús) condujo al desarrollo de la teología de la liberación, permitiendo a los lectores rechazar el uso de la Biblia por parte de los colonizadores como un medio para mantener su propio poder. La interpretación marxista también puede desempeñar un papel en este tipo de lecturas, ya que analiza cómo funcionan la economía y el poder en los textos bíblicos: exponer dichas dinámicas puede permitir su anulación Un ejemplo es leer la sabiduría en Proverbios 1-9 como una mercadería que se debe adquirir y, por lo tanto, accesible solo para aquellos con tiempo y dinero para perseguirla.

En el medio de estos acercamientos de lectura, entre el contexto antiguo y el moderno, se encuentra la “historia de la recepción”, que estudia cómo se ha leído y recepcionado la Biblia a lo largo de los siglos. Esto se puede iniciar en el canon como tal, con referencias de un texto bíblico a otro (por ejemplo, Dan 9:1-2 se refiere a Jer 25:11-12 y Jer 29:10-14) y se extiende hasta el periodo moderno, abarcando el uso de la Biblia en otros escritos religiosos, en la literatura, en las artes y en las comunidades. Este enfoque es amplio (abarca aspectos históricos y literarios) y puede iluminar considerablemente los diversos significados que los textos bíblicos han tenido a lo largo de los siglos.

Similar a la historia de la recepción, la “crítica del canon” es una manera de estudiar cómo funciona la Biblia teológicamente en varias comunidades de fe, desde los antiguos israelitas hasta los estadounidenses modernos. A diferencia de los otros métodos discutidos anteriormente, la crítica del canon toma la forma final del texto como punto de partida y se enfoca cómo funciona el texto en su conjunto como Sagrada Escritura. Debido a que el canon asume la audiencia de comunidades de fe, este enfoque es inherentemente teológico, aunque su objetivo apunta a descubrir teologías en el texto más que aplicar teología al texto.

La mayoría de los biblistas utilizan una combinación de estos métodos, ya que cada uno revela diferentes aspectos del texto, ya sean históricos, culturales, sociológicos, literarios o teológicos. Y cuando los biblistas de diferentes orígenes, religiones y culturas intervienen, aportan sus propias experiencias y preguntas al texto. Algunos estudiosos discuten los acercamientos literarios como si fueran totalmente independientes de los métodos históricos críticos, pero en realidad los dos se superponen de manera significativa. La comprensión más completa del texto bíblico se obtiene al tratar de ver el texto desde tantas perspectivas como sea posible.

  • Sarah Shectman

    Sarah Shectman is a scholar and editor living in San Francisco, California. She is the author of Women in the Pentateuch: A Feminist and Source-Critical Analysis (Sheffield: Sheffield Phoenix, 2009). Her current research focuses on gender in the priestly material of the Pentateuch. She is the cofounder of SBAllies (sballies.org).