Creación
Autor:Janet Soskice
Transcripción
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)
¿Pueden compararse la comprensión teológica de la creación y la científica?
Si nos fijamos en los siglos XVII y XVIII, muchos de los científicos de las ciencias naturales y físicas en este país [Gran Bretaña], eran todos clérigos anglicanos. Mendel, que descubrió la genética, era un sacerdote católico. No hubo una gran tensión, e incluso en la época de Darwin, Darwin fue bienvenido por muchos cristianos. Había un apologista presbiteriano llamado Drummond, que escribió cosas maravillosas, sobrecómo esto era altamente compatible con los puntos de vista cristianos de la creación. Porque de ninguna manera los cristianos siempre y en todas partes creyeron que el mundo se hizo en seis unidades de veinticuatro horas.
San Agustín no creía eso. Como dijo en su comentario literal al Génesis: eso es figurativo porque el sol y la luna solo se hacen en el cuarto día, por lo que no podría haber habido días y noches en nuestro sentido, antes de la creación del sol y la luna. Este mismo pensamiento fue característico de los padres y de los primeros rabinos.
Lo que sí es característico de la doctrina cristiana de la creación es una posición teológica, que es que Dios hizo todo lo que es, que todo lo que existe existe como un regalo y es totalmente dependiente de Dios. Incluidos el espacio y el tiempo. Entonces, la creación, en cierto sentido, desde esa posición, no es lo que sucedió hace mucho tiempo. La creación es ahora porque, si Dios hizo el espacio y el tiempo, el momento de la creación para Dios es ahora, y por lo tanto, hay una tremenda inmediatez de Dios a la creación en este esquema.
Ahora bien, esto no es algo con lo que la ciencia pueda ni quiera disputar porque es una posición teológica y, hasta cierto punto, metafísica. Es una posición en la que podría no haber habido nada en absoluto, realmente nada, pero gracias a Dios, existe el mundo tal como lo conocemos.